viernes, 22 de enero de 2010

Breve historia de la ciencia (parte 1). Grecia Antigua. Los pioneros.

Tales de Mileto fue el más destacado pensador de la escuela de Mileto (antigua Grecia). Los integrantes de esta escuela fueron humanistas, hombre de ciencia y ateos (aunque no en sentido estricto)

Los integrantes de esta escuela excluyen por completo la necesidad de un dios creador y mantenedor. Las cosas existen por sí mismas y actúan con sus propiedades inmanentes. La intencionalidad es un resultado de una concepción humana y productos de esa intencionalidad surgen la moral y la religión.

De estos pensadores surgieron las primeras ideas sobre la evolución y la termodinámica.

Anaximandro decía que los organismos cambiaban con el tiempo y que toda la vida surgió en el agua. Los sabios milesianos también sostenían que existía una propiedad que mantenía vivos a los organismos gracias a que evitaba la natural desorganización a lo que todo tendía, idea básica de la termodinámica.

Este genial grupo de locos, porque eso eran si definimos a la locura como una concepción distinta a la realidad aceptada para un determinado momento, fueron también los primeros materialistas en el sentido verdadero de la palabra, puesto que le dieron sentido a las cosas a través de la explicación de cómo estaba constituída la materia que las formaba dándole su existencia y sus propiedades. Básicamente todo estaba formado por cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego, y las mezclas de ellos daban como resultado el frío, el calor, lo húmedo e infinidad de otros fenómenos, inclusive la vida, todo ello sin depender de un ser inmaterial. Posteriormente la idea de materialismo y el término materialista fue retorcido y tergiversado hasta convertirlo casi en un insulto, para diferenciar a los puros de espíritu de los interesados sólo en los bienes materiales, truncos de corazón y de espíritu, desde luego nada más lejos y mentiroso. El espíritu humano, el pensamiento y el desinterés por las riquezas que pudieran ganar con sus ideas en un verdadero materialista sobrepasa por mucho esa concepción malintencionada (eran pensadores y estudiosos de la naturaleza, no empresarios ni sacerdotes).

Otro grupo excepcional de pensadores y estudiosos fueron los pitagóricos quienes creían que la realidad de las cosas se descubrirían a través de la razón pura, por eso ellos desarrollaron magníficamente las matemáticas para lograr comprender el mundo.

Entre milesianos y pitagóricos existió una contraposición de concepciones; disociando, los primeros, racionalismo y empirismo y dando origen, los segundos, al método experimental.

El materialismo extremo más refinado lo desarrollaron Leucipo y Demócrito con la idea de que todo, excepto el vacío, está compuesto de una gran diversidad de tipos de átomos, todos ellos indivisibles, invisibles a nuestros ojos e indestructibles, no dirigidos más que por el azar… ¡¡¡sorprendente idea si pensamos que son estos los postulados básicos de las teorías atómica y cuántica actuales!!!

Hipócrates, otro gran pensador griego, era en la práctica un racionalista, observador y experimentador, que logró encontrar orígenes naturales a las mismas enfermedades a las que se les acusaba un origen divino.

La teoría de las ideas ha tenido una gran repercusión en el desarrollo del pensamiento científico en general y particularmente en el campo de las ciencias experimentales clásicas; por ejemplo, Platón afirmaba que las cosas, del modo en que se perciben a través de los sentidos, están en un fluir permanente y no representan más que sombras de la realidad. Una idea platónica más acabada que pasa hasta Galeno y evoluciona en él, y siglos más recientemente en Fernel (el padre de la fisiología), esboza al cerebro como receptor y fuente de estímulos nerviosos que van y vuelven entre los órganos sensoriales y músculos hasta el cerebro, con una única gran diferencia, que era el alma quien estaba situada en el cerebro y los espíritus quienes llevaban la información a uno y otro lado. Esto en sí supone una cuestión básica de cómo percibimos el mundo y su realidad y cómo podemos analizarlos.

La idea de la abstracción para el estudio de los objetos y fenómenos también provienen de Platón y Aristóteles, de hecho el objetivo último de la investigación científica es lograr hallar un modelo abstracto explicatorio.

Aristóteles, ha sido, además de uno de los filósofos más importantes para la ciencia y el pensamiento de occidente, un estudioso de la biología que no fue igualado hasta el sXVIII con la nomenclatura y la taxonomía de Linneo. Si bien era un fijista y no apoyaba las ideas de cambio, sostenidas por Anaximandro y Empédocles, Aristóteles ya había visualizado una escala natural que iba desde las formas inanimadas pasando por las formas de vida más simples hasta las más complejas, que, en este orden: “ materia inanimada, plantas inferiores, esponjas, medusas, ascidias, insectos y moluscos, crustáceo, pulpos y calamares, reptiles y peces, aves, ballenas y delfines mamíferos y el hombre” (Parés, 2004) como se puede notar, esta clasificación es sorprendentemente similar al orden que actualmente asignamos a los organismos, y es en sí una de las bases y pruebas de la teoría de la evolución. También era un gran observador del mundo natural y aplicaba la comparación, básicamente resumía los pilares de la ciencia en general y de la biología en particular.

Con Aristóteles culmina la etapa más fructífera y espléndida del pensamiento griego respecto de la ciencia y la filosofía.




Bibliografía

Parés, Ramón. 2004. Cartas a Nuria sobre la historia de la ciencia. Córdoba. España.

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