sábado, 29 de agosto de 2009

ALGUNOS POR QUÉ DE LA VIGENCIA DE LAS RELIGIONES


(breve reflexión sobre la creación y la vida luego de la muerte)



Las religiones han estado fuertemente presentes en la historia de la humanidad por dos motivos en particular. Uno de los motivos es que dan una explicación satisfactoria para la mayoría de las personas, sobre los fenómenos que suceden en el mundo y sobre su origen. Por otro lado permiten superar el enorme miedo que cualquier conciencia de existencia tiene, el miedo a dejar de existir, es decir a la muerte.
La primera de las bases nombradas ha perdido fuerzas, pero no ha dejado de estar, y eso se debe a que la simple explicación de la creación, tan didácticamente presentada, es más que suficiente para la mayoría de las personas, a quienes no les interesa saber una verdad que es más complicada y necesita de una comprensión más compleja que una simple narración literaria y fantástica. Con fines prácticos para ellas da lo mismo cómo se hallan creado las cosas, pero son mucho más sencillas y casi intuitivas las ideas narradas por los escritos religiosos que explican la necesidad innata de saber de dónde venimos, necesidad se cubre con algo que se comprenda fácilmente, no necesariamente con una verdad fundamentada. En definitiva, sobre este aspecto, la religión da una respuesta errada pero satisfactoria a la necesidad de saber por qué existimos.
El segundo fundamento es el que da más fuerza a las religiones, la creencia de una nueva vida después de la muerte. La sola idea de pasar de la existencia a la no existencia, produce un miedo pavoroso en cualquiera, no existe algo más fuerte para la conciencia de la existencia humana que la realidad del inexorable advenimiento de la muerte, y es allí donde todas las religiones brindan promesas de nueva vida la prolongación infinita de la existencia, la existencia eterna. ¿Qué religión podría considerarse como tal anunciando la muerte como el fin absoluto de nuestro ser? Con la promesa de una vida eterna las religiones aseguran su permanencia, porque logran vencer el miedo a la no existencia, un miedo innato propio de los seres humanos. Si al fin y al cabo las personas no desean escuchar la verdad por la verdad misma, desean escuchar una verdad que aún siendo una mentira les permita pensar que todo seguirá existiendo a las mil maravillas.
En estas dos bases logramos entrever también dos ingredientes fundamentales de cualquier buen creyente, por un lado la fe que le permitirá ignorar la realidad aún fundamentada en pruebas, y por otro lado la esperanza de que su existencia seguirá “existiendo”.

1 comentario:

  1. Te acabo de conocer por Suso y Tay. He leido algunos de tus posts y me han gustado mucho. Publico el comentario en este porque recientemente escribí sobre la función de la religión en el proceso de la vida y la muerte, y me gusta mucho la forma en que lo has definido. Un saludo.

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